Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Sora, la amenaza para la industria audiovisual que plantea una oportunidad

POR: Camila Mohr, socia de INNSPIRAL

En la actualidad, o bien llamada era digital, la Inteligencia Artificial se ha erigido como un protagonista indiscutible en la vida cotidiana de los seres humanos, transformando la manera en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos. Un claro ejemplo es ChatGPT, un sistema de creación de contenido y lenguaje desarrollado por OpenAI que ha revolucionado la forma en que interactuamos con la información y la tecnología. No es raro escuchar frases como “se lo pregunté a ChatGPT”, o “hice mi CV con ChatGPT”. Actividades que antes nos parecía imposible realizar por medio de la tecnología, hoy, se ha vuelto una realidad.

Sin embargo, lo que también es un hecho fáctico es la discusión que se ha venido generando en torno a la irrupción de la inteligencia artificial y la probable (en la opinión de algunos) disminución de puestos de trabajo en ciertas áreas. El último lanzamiento de OpenAI, Sora, plantea cuestionamientos profundos sobre el futuro de las carreras audiovisuales y el impacto general de la IA en nuestras vidas. Incluso, en los últimos días el gigante de la industria audiovisual YouTube advirtió a OpenAI que entrenar a Sora con sus videos (como la empresa ha planteado), sería una clara violación a su política y términos de uso del servicio. En línea con lo anterior, Neal Mohan, CEO de YouTube, aclaró que las condiciones de uso son tan estrictas que ni siquiera Google, empresa matriz de YouTube, puede utilizar los contenidos publicados en la plataforma de videos para mejorar el funcionamiento de Gemini, el algoritmo de última generación que planea competir con OpenAI.

Parece un montón de palabras en una columna de opinión; sin embargo, el alcance de estas tecnologías va mucho más allá. Sora, por ejemplo, no es simplemente un avance en la generación de contenido audiovisual a partir de texto; es en palabras simples, una mujer caminando por las calles de Tokyo, en medio de una ciudad iluminada, donde es imposible distinguir entre la realidad o la creación a través de una tecnología como aquella. Este nuevo modelo de inteligencia artificial promete transformar la manera en que se crean y consumen videos, abriendo puertas a posibilidades inexploradas. Pero, ¿qué implica esto para la industria audiovisual?

En primer lugar, la llegada de Sora plantea la pregunta crucial de si las máquinas pueden reemplazar completamente la creatividad humana en la producción de contenido visual. Lo que, en el debate, sería solo el comienzo. Por un lado, encontramos a quienes dicen que sí. Que la IA es una amenaza para algunas industrias, y que el control y las normas deben crearse a la misma velocidad que la tecnología. Por esa razón, el parlamento de la Unión Europea aprobó el primer paquete de leyes del mundo que regulan el uso de IA, y que abarca un amplio espectro de industrias desde organismos públicos hasta privados, pasando incluso por la salud.

Es que la tecnología impresiona y no deja de generar noticias. Recientemente un periodista de Yahoo Finance sostuvo una extensa conversación con Chat GPT, en la que además de abordar varios temas, le preguntó cuándo se espera que Sora sea capaz, por ejemplo, de generar un largometraje. Y si bien aún no hay certezas, sorprende el grado de especificidad de la respuesta: en un plazo de entre dos y cinco años, dependiendo de la evolución de la tecnología, la industria y el mercado.

Pero… ¿qué pasaría si concibiéramos la IA como un aliado en lugar de temerle? ¿Por qué no vislumbrarla como un catalizador de ciertas tareas, entendiendo que muy difícilmente en un futuro próximo, podrá reemplazar la creatividad y la emoción humana? Lo que es primitivo, es primitivo hasta el final. Y hasta ahora, ninguna máquina ha sido capaz de igualar a las emociones.

Quizás, la respuesta está en el ejemplo de la Unión Europea. No quedarnos sentados como espectadores esperando que llegue el futuro, sino que avanzar con él. Crear nuestras propias normas y utilizar la innovación en nuestro beneficio. Los invito a no hablar de enemigos o amenazas. La tecnología puede ser un aliado si así lo concebimos desde un inicio. Y para ello, es crucial que los profesionales del sector se adapten, reinventando sus roles y explorando nuevas formas de colaboración con la inteligencia artificial.

En Sora, más allá de sus retos asociados, es donde también emergen grandes oportunidades. La tecnología podría, por ejemplo, democratizar la creación de contenido audiovisual, permitiendo a una gama más amplia de individuos y empresas generar material de calidad sin una inversión significativa en recursos humanos especializados. Lo anterior podría abrir un abanico de posibilidades para emprendedores, pequeñas empresas y creadores independientes, democratizando la narración visual. A los ojos del ecosistema emprendedor, esto, podría tratarse de una oportunidad.

 

Sé el primero en comentar

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *