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Centro de Estudios Públicos (CEP) entrega medidas para incrementar la participación laboral femenina

Un nuevo informe realizado por el Centro de Estudios Públicos (CEP) dio a conocer una serie de propuestas de política pública para incrementar la tasa de participación laboral femenina en Chile, la cual, pese al aumento que ha tenido en los últimos 30 años, sigue siendo baja en comparación a los demás países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Titulado “Propuestas para fomentar la participación laboral femenina en Chile”, el informe de CEP entrega tres agendas de política pública que buscan eliminar las discriminaciones asociadas a la incorporación de la mujer al mundo laboral: Reducción y flexibilización de la jornada laboral (a 40 horas semanales), reducir los costos asociados a la contratación femenina a partir de un postnatal exclusivo para padres, y fomentar la inserción laboral de la mujer extendiendo el beneficio de sala cuna a todos los hijos de los trabajadores, independiente del sexo de los padres.

El informe busca, además, visibilizar los factores que inciden en la baja participación laboral femenina en Chile, entre ellos las consecuencias negativas que trajo la pandemia, periodo en que se perdieron alrededor de 1.800.000 puestos de trabajo, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas. A su vez, según explica María José Abud, investigadora CEP y ex subsecretaria de la Mujer y Equidad de Género, entre las razones que explican la baja participación, se encuentran factores culturales relevantes, como el hecho de que el 59% de los hombres y el 54% de las mujeres están de acuerdo en que es probable que un niño en edad preescolar sufra si su madre trabaja, según los datos de la Encuesta CEP 2022.

“En Chile, al igual que en América Latina, el trabajo no remunerado recae en la mujer. Al analizar la Casen observamos que  el 50% de las mujeres no trabaja de manera remunerada por motivos domésticos y de cuidado. Por lo tanto no sólo es fundamental el cambio cultural sobre el rol de la mujer, sino que también es clave garantizar un marco de políticas públicas de cuidado que resuelva este desafío”, explica María José Abud.

De las tres agendas propuestas, la reducción de la jornada laboral es la que podría tener una implementación más rápida, explica Abud. Para ello, CEP propone continuar con la tramitación del proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, incluyendo también la posibilidad de aumentar la adaptabilidad laboral. “Este tipo de adaptabilidad ha evidenciado internacionalmente ser positivo para promover la participación laboral femenina, pero también para avanzar en mayor corresponsabilidad y mejorar la calidad de vida de los trabajadores, debido a una mejor compatibilización de la vida personal y laboral”, señala la investigadora.

Las dos otras medidas, buscan, por una parte, concederle a los padres una mayor flexibilidad del permiso postnatal, permitiendo que no se limite el número de semanas ni  se condicione el momento en que debe tomar ni exigir que todos los días sean sucesivos. De igual manera, se propone un derecho a sala cuna para los hijos menores de dos años de todos los trabajadores, no sólo incluyendo a las madres – como es ahora- , sino que también a los padres primerizos.  Ambas propuestas del CEP están dirigidas a promover la corresponsabilidad, dado que son las mujeres quienes mayoritariamente asumen los cuidados de los hijos luego de su nacimiento, dificultando así su vuelta al mundo laboral.

Estas propuestas de política pública, indica Abud, son una agenda para el progreso social de miles de hogares del país y una oportunidad para erradicar las barreras de género que dificultan la incorporación de la mujer al mundo del trabajo:

“Estas medidas apuntan a que miles de mujeres puedan acceder al empleo formal, como también apuntan a una mejor compatibilización de la vida personal y laboral tanto de hombres como mujeres, lo cual sin duda tiene un beneficio social. Finalmente, esta agenda también trae beneficios a las organizaciones, la literatura evidencia que el talento femenino aporta en mayor diversidad e innovación, como también la presencia de mujeres acelera agendas para una mayor calidad de empleo, lo cual se puede traducir en mejoras en productividad”, concluye la investigadora.

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