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Por primera vez la OMM es presidida por una mujer.

El primero de enero de este año, la científica y docente argentina asumió el puesto más alto en esta organización en un momento clave para la lucha contra el cambio climático.

El año pasado, en medio del auge por la crisis climática, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) declaró en un detallado informe, que el calentamiento global ha causado daños irreversibles y que “la ventana para asegurar un futuro habitable se cierra”. Lo mismo se dijo en la última Cumbre del Clima (COP 28) del pasado diciembre. Así, el rol que asume Celeste Saulo hoy en día es más importante que nunca.

Egresada de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en Ciencias Meteorológicas, Saulo comenzó su carrera como investigadora en la misma facultad y dos años más tarde en el Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.  Ha dictado diversos cursos en calidad de profesora en la carrera de grado de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Su acercamiento a la OMM se dio cuando la seleccionaron para presidir el Servicio Meteorológico Nacional. En 2014, Saulo fue nombrada como vicepresidenta de la OMM, lo que en un futuro la llevaría, tras una extensa trayectoria, a convertirse en la primera mujer en asumir la presidencia de la Organización Meteorológica Mundial. En palabras de las Naciones Unidas, Saulo llega “predestinada a hacer historia”.

La OMM es una organización internacional creada en el seno de la ONU que actualmente cuenta con 191 Estados miembros. Con sede en Ginebra, Suiza, la OMM se encarga de facilitar la cooperación para desarrollar redes que ejecuten observaciones meteorológicas. Así, Saulo tiene todos las miradas apuntando a ella, siendo su posición de portavoz crucial a la hora de informar los cambios por los que está pasando el mundo. 

Una de las primeras declaraciones que emitió la OMM respecto a este 2024 tiene que ver con el fenómeno del niño, que podría provocar que este año sea aún más caluroso que el 2023, lo cual trae consigo diversas consecuencias. Esta declaración va de la mano con uno de los objetivos principales que adopta la organización para el futuro, que es desarrollar sistemas de alerta temprana que lleguen a todas las personas con el objetivo de reducir riesgos de desastre. La idea es conseguir que todos los Estados miembros de la OMM puedan desarrollar un sistema similar.

Sin embargo, el fenómeno del niño no es la única preocupación para el próximo año. Uno de los grandes problemas relacionados al cambio climático hoy en día es la emisión de combustibles fósiles, que están alcanzando máximos históricos según la misma OMM. Así, otro de los grandes desafíos que deberá enfrentar Saulo durante su presidencia es el de homogeneizar los sistemas que calculan la emisión de gases de efecto invernadero, debido a que aún no existe una herramienta común de medición, lo que complejiza el análisis. Estas son solo unas de las diversas responsabilidades que tendrá que enfrentar Saulo durante los próximos cuatro años que presida la organización.

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