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El origen budista de los perritos Shih Tzu

Dicen que son seres espirituales y giran hermosas leyendas en torno a ellos. Lo cierto es que gracias a Dalai Lama Lobsang Gyatso, quien los regalaba como símbolo de buena suerte a principios del siglo pasado, se inició su viaje por el mundo.

¡Son tan lindas las leyendas en torno los Shih Tzu! Dicen que Buda fue atacado por unos ladrones y que su compañero de viaje, uno de estos perritos, lo defendió. Como gesto de gratitud, Buda le besó la frente y le dejó una marca blanca que muchos de estos animalitos aún conservan. 

Una segunda creencia plantea que los tibetanos pensaban que eran la reencarnación de la Leona de las Nieves, un ser mitológico gigante. Eso explicaría por qué le pusieron perro-león (eso significa Shih Tzu en español) a un animal tan chiquitito (pesan entre 5 y 7 kilos).

Y otro mito propone que siempre fueron muy respetados y tratados como reyes porque se suponía que eran la reencarnación de monjes que pecaron en sus vidas anteriores. A los que tienen perritos de esta raza y han visto a diario la expresividad de sus ojos y sus actitudes humanas seguramente les puede hacer sentido esta teoría. Sobre todo considerando que un estudio publicado en 2019 por la revista Sciencie, asegura que los Shih Tzu pueden entender todo lo que hablamos, a diferencia de otras razas que sólo distinguen 160 palabras. 

Como sea, es una de las razas más antiguas del mundo, y nació de una cruza entre un Pekinés y una Lhasa Apso. 

El periplo mundial de la raza Shih Tzu comenzó en el Tíbet alrededor del siglo XVII: el Dalai Lama llamado Lobsang Gyatso le regalaba estos perritos a las familias reales chinas como señal de buena suerte en sus viajes. 

En 1908 el Dalai Lama obsequió a la emperatriz china Cixí varios perros Shih Tzu y eso se considera el inicio oficial de la raza tal como la conocemos hoy, porque luego la emperatriz hizo nuevas cruzas que dieron origen a un perrito que ladra poco, por ejemplo. 

Este juguetón animalito era considerado sagrado y permanecía exclusivamente en las familias de la nobleza. Tenían palacios sólo para ellos, incluso soldados para protegerlos, alfombras glamorosas y alimentación gourmet. 

Durante la Revolución China los Shih Tzu casi se extinguen y se cuenta que sus “súbditos” salvaron a 7 machos y 7 hembras para mantener la raza viva.

Unos años después llegaron a Inglaterra, luego a Estados Unidos y el resto del mundo, volviéndose famosos por su carácter dócil. Aunque todo dueño de un Shih Tzu sabe que, pese a lo chiquititos, algo de monjes traviesos tienen. Y son tiernos, pero mandan ellos. Son, cual león, el rey.

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