Hace cinco años, Aurora Sepúlveda decidió renovar por completo su modelo de negocios para levantar un servicio de asesorías contables y tributarias que permitiera compatibilizar el trabajo con la maternidad. Fundada en un comienzo como ‘RS Auditores’, hoy su empresa es conocida como La Contadora, un emprendimiento que no sólo atiende clientes que buscan expandir su negocio de la mano de asesoría contable, sino que opera también como una inédita plataforma en Chile que promueve la independencia financiera de las mujeres.
La contador auditor titulada del DUOC UC, Aurora Sepúlveda, dio el salto hacia la independencia laboral tras el nacimiento de su primer hijo el año 2013. Viendo que era difícil compatibilizar la crianza con su trabajo como dependiente en una empresa contable, decidió renunciar para comenzar a gestar su negocio personal. A pulso, armando de a poco una cartera de clientes, y entre medio teniendo a sus otros dos hijos, Aurora fundó una empresa de servicios contables que hoy le permite ser madre bajo sus propios términos.
La Contadora cuenta con un equipo de contadores auditores y tributarios, además de especialistas en las áreas comerciales y de marketing. En total ofrecen siete tipos de asesorías: servicios contables y mensuales, inicio de actividades, términos de giro, declaración y proceso de Renta, dirección tributaria, planillas contables automatizadas, además de una serie de cursos online sobre contabilidad, marketing, emprendimiento, entre otros.
Con Aurora a la cabecera del proyecto, La Contadora se ha transformado en paralelo en una plataforma educativa en materia financiera que busca promover la independencia de las mujeres en esta área, pues tal como la especialista observa desde los inicios de su carrera, aún es común que las mujeres, al momento de emprender y escalar en sus negocios, tengan más miedos y trabas que los hombres, o que cuando les toca separarse de sus parejas y sacar adelante a sus hijos, se encuentran con escasas herramientas debido a la dependencia económica a la que estaban sujetas.
En entrevista con Woman Times, Aurora Sepúlveda se refiere a la historia de vida que la llevó a fundar La Contadora y a la importancia de derribar las brechas de género en el mundo financiero.
¿En qué momentos decides darle vida a La Contadora?
Siempre fue “RS Auditores”, y en esa transición, de establecer el modelo de negocios, entre medio decidí ser mamá de nuevo porque ya había logrado una cartera de clientes. Eso fue el 2018, tenía entre 40 y 50 clientes, pero me pasaba que cuando ya nació mi segundo hijo, me preguntaron cuándo podía volver a la oficina. Me dio vergüenza decir que yo iba a andar con mi guagua, pensaba: “voy a perder a estos clientes”. Dicho y hecho, yo les decía que no podía volver, que tuviéramos una reunión por Zoom, y no les parecía.
En ese momento conocí a la Jimena (Jimena Zapata, CEO de Genias, comunidad que acompaña a mujeres en su vida laboral), con quien compartimos nuestros proyectos y me acuerdo que teníamos reuniones con nuestras guaguas en brazo, y estaba bien. Ahí fue que mi di cuenta que me sentía cómoda trabajando con personas que tuvieran la misma parada de vida que yo, y por eso después tomé un modelo de negocios, revisé la estructura y vi cómo llegar a esas mujeres con las que, si mi hijo se cruzaba en una reunión, no fuera una molestia. Así fue como nació La Contadora, porque necesitábamos un nombre, necesitábamos algo que fuera cercano. “RS Auditores” es bonito, puede llegar a personas, es una marca, pero no es algo que fuera cercano, y desde ahí ya creé las redes sociales, empecé a estudiar, empecé a ver cómo lo estaban haciendo muchas cuentas. Es frustrante el proceso, porque los crecimientos se van dando de a poco, es más lento, pero de cierta manera eso fue lo que al final gatilló en decir: ‘este es el modelo de negocios’, ‘a mí me gusta trabajar con mujeres’, ‘tienen los mismos tiempos que yo para trabajar’, y ahí nació este proyecto que el 2018 comencé a potenciar como mi marca personal.
Desde tu experiencia en La Contadora, ¿cuáles son las principales brechas que enfrentan las mujeres en materia financiera?
Lo que pasa es que el hombre es más decidido, es como concreto, y si la embarra la embarra, pero no importa, después se hace alguna rectificación, después se arregla. La mujer va más minuciosa, con más miedo. Por ejemplo, me ha pasado mucho el que las mujeres me dicen que sus maridos ven las firmas, las escrituras, y después ellas quedan con graves problemas financieros.
Siento que somos muy temerosas y no lo derribamos. No investigamos, no tenemos esa constancia de decir ‘ya, tengo que apoyarme con una persona para que me vayan orientando’, y es desde ahí que nosotras vamos generando esta brecha.
Otra barrera que yo veo es que cuando ya somos líderes o CEOs, donde ya tenemos personal a cargo, también nos tenemos que endurecer y sacar como esta energía masculina para que nos tomen en serio. Yo estoy estudiando un MBA, y recuerdo haber hablado con otra compañera que está con un cargo de gerencia y que le dicen “la mujer de hierro”, porque tiene que ser estricta, tiene que persuadir a las personas para que ella pueda seguir liderando esa empresa. Entonces, al final ocurre que nos tenemos que volver un poco más duras, concretas, y sacar esta energía masculina para llevar los proyectos adelante.
Personalmente, ¿con qué barreras te has encontrado en este rubro?
Hoy, ya que he ido trabajando mi marca y ganando conocimientos, no enfrento mayores inconvenientes, pero el tema de la maternidad para mí ha sido muy fuerte, el que normalicemos que un niño se nos puede cruzar en una reunión y no está mal, y podamos seguir conversando.
Mi camino fue muy largo y sacrificado, pero siempre con metas, llegando a los objetivos propuestos, y con harto trabajo de por medio, porque dentro de las brechas y las diferencias que veo respeto a los hombres, es que ellos, si son papás, pueden trabajar en una jornada que corresponda, mientras que las mujeres tenemos este desafío de criar, que la guagua de repente llora, después hay que mudarla, bañarla, hace travesuras, entonces todo eso te va quitando tiempo de producción y terminas trabajando en la noche porque tenemos que saber llegar a fin de mes sí o sí. Entonces, muchas mujeres tenemos como esta doble pega, y es muy agotadora la transición, cuando ya los niños crecen y vamos teniendo un poco más de tiempo, y ahí recién empezamos a tener unas ventanas más largas para que podamos producir ordenadamente y vayamos mirando el negocio.
A partir de La Contadora estás llevando al debate temas como qué pasa con las finanzas luego de separarse, o cómo llevarlas cuando eres madre soltera, etc. ¿Por qué es importante seguir visibilizando estas temáticas?
Lo que ocurre hoy es que muchas mujeres son manipuladas económicamente porque se quedaron en la casa, por ejemplo, o no emprendieron, descansaron en la contraparte, y hoy día se dan cuenta de que estaban generando esa violencia, y al separarse tienen que empezar desde cero. Muchas ya están ahorrando, porque justamente tienen que empezar con algo, porque no tienen entorno con quién apoyarse, y cuando tú ya tienes hijos, te separas y no tienes tampoco red de apoyo, ¿dónde vas a quedar? Desde ahí he ido conversando sobre estos temas y me he dado cuenta de que hoy hay muchas personas que se están separando y que no se habla de esta parte en concreto (finanzas).
Yo cuando tomé la decisión de separarme lo primero que hice fue tomar una asesoría con un abogado y le dije ‘esta es mi situación. ¿Qué es lo que tengo que hacer?’ Así me ayudaron, me orientaron, me dijeron inmediatamente que había que recurrir al Juzgado de familia, hacer un acuerdo, ver el tema de los cuidados con los niños, que no se vieran ellos perjudicados, porque es algo que para ellos significaba una transición en su forma de vivir, pero la idea es que todo fuera lo más ameno posible para que quedara reflejado en los papeles. Es importante seguir visibilizando esta situación, porque sí, hay muchas personas que se casan, pero si ya cumplen el ciclo, hay que saber qué hacer después.
Pensando en las mujeres que buscan emprender con herramientas financieras, ¿cuáles son las principales claves para llevar un negocio exitoso?
Yo creo que lo importante es investigar sobre las áreas en las que nosotras tengamos desconocimientos. Hay que estudiar, hay que investigar, hay que asesorarse, derribar los temores, aprender a coordinar nuestros tiempos. Nosotras tenemos la barrera de que, si somos mamás, ya empezamos con un tiempo menor para poder desarrollarnos, y desde ahí la organización es fundamental. El aprender a delegar y apoyarnos en otras personas, con las que vamos a ir conformando un equipo.
A las mujeres nos cuesta soltar el control, pensamos que tenemos que hacerlo todo y que si no lo hacemos nosotras no va a quedar bien, pero no es así. Tenemos que aprender a superar las frustraciones, de que nuestros bebés están de vacaciones y no vamos a poder sacar el trabajo de manera oportuna, pero lo importante es acogernos a nuestra realidad y desde ahí seguir avanzando con nuestro proyecto. Por otro lado, es importante aceptar que tu equipo también se puede equivocar y tenemos que aprender de esas frustraciones, porque todos estamos en proceso de aprendizaje, si al final la persona no se va instruyendo, y no la vas potenciando y capacitando de manera correcta, difícilmente vamos a lograr ese objetivo.
¿Qué aprendizajes reúnes hasta ahora con La Contadora?
Lo que a mí me ha servido mucho es el establecer un propósito, fijar metas. Generar las acciones y ver qué es lo que necesitas hacer para tener más ventas, por ejemplo.
Creo que tenemos que dejar de cerrarnos en que no tenemos ventas y que eso significa que está malo el negocio. Nos tenemos que estructurar, tenemos que evaluar el modelo de negocio, eso es lo que a mí por lo menos me ha dado resultado. Hay que estar constantemente activa y ver dónde se puede innovar, hay que aprender a liderar, y para eso necesitamos estudiar, ser autodidactas si no tenemos los medios para poder pagar cursos o estudios. En ese sentido, creo que las redes sociales nos dan mucho. Podemos sacar mucha información para que nosotras las podamos tomar y seguir avanzando.
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