El libro Preguntas que hicieron movimiento 1979-1985 de la Editorial Banda Propia, la trajo de regreso a la retina pública, pero lo cierto es que no se puede hablar de feminismo en Chile sin obviar su tremenda influencia. Considerada como “una de las precursoras y fundadoras de los movimientos feministas de los años ’80 y de los estudios de género en Chile, logró rearticular el discurso reivindicatorio contemporáneo y replantear su puesta en práctica, por medio de distintas organizaciones sociales.
Nacida en 1936, pertenece a la primera generación de mujeres que tuvo acceso a la educación universitaria. Sus padres Johnny Kirkwood y Julieta Bañados fueron claves para el desarrollo de sus intereses intelectuales. Fue pionera en hablar de feminismo y realizar estudios de género cuando la población ni siquiera conocía el significado de dichos conceptos.
“Así como la historia de la conquista de América la hemos tenido que conocer a través de la pluma de los conquistadores y rara vez por el testimonio de sus habitantes originarios, así también, toda la historia referida a las mujeres la hemos debido conocer por la pluma y por la vara de los varones” escribió Julieta, en Tejiendo rebeldías, uno de los textos más citados.
Con su llegada a Flacso, inició gran parte de sus investigaciones, las que luego publicaría en publicaciones como hoy de culto, como Feminarios. La crítica destacó la lucidez de sus ensayos, columnas y publicaciones que hoy funcionan como una radiografía perfecta de los desafíos enfrentó el universo femenino a lo largo de las distintas décadas.
Para la académica Luna Follegati, su relevancia de hoy radica en su “carácter rebelde y revolucionario del feminismo que desarrolla, así como también el carácter transversal y total de la transformación feminista que comportan sus definiciones”.
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