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La cruzada de la moda por la reutilización textil

Las secuelas que deja la ropa en el planeta son incalculables. El poliéster y la fibra sintética, algunas de las materias primas más utilizadas para confeccionar ropa, necesitan 70 millones de barriles de petróleo para su elaboración, y dos siglos para descomponerse. La tendencia de la moda rápida se ha transformado en uno de los grandes responsables de la disminución del ciclo de vida de las prendas, las que según los especialistas, después de diez usos terminan en el vertedero. 

De acuerdo a Circular Fibres Initiative, los residuos textiles se componen principalmente de prendas de vestir en desuso, calzado y telas que provienen de uso doméstico. En un alto porcentaje se trata de materiales reciclables, pero sólo se recuperan para hacer ropas nuevas menos del 1%, lo que supone una pérdida anual de más de 100.000 millones de dólares en materiales que no se aprovechan. “Pero lo que es peor, las estimaciones hablan de que el 87% de los desechos textiles se queman en vertederos o va a parar a los océanos”, advierte Yanina Saravia, ingeniero de desarrollo del Centro de Investigación de Polímeros Avanzados de Concepción.

La cruzada por la reutilización textil es una urgencia hoy y así lo alertó un estudio de la ONU que calcula que esta industria es “responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel global”. En Chile, el estudio ‘El mercado de la confección textil y el calzado en Chile’, del Instituto ICEX, estableció que el consumo per cápita es de cincuenta prendas y seis pares de zapatos, lo que nos ubica como uno de los lugares donde más se consume indumentaria nueva. Pero no sólo eso, además somos los mayores importadores de ropa de segunda mano, superando incluso a Estados Unidos. Sin embargo, cada vez más marcas han asumido el compromiso de avanzar hacia una moda circular promoviendo el consumo responsable y apostando por la reutilización.

La moda es la segunda industria más contaminante después de la petrolera y consume más energía que la aviación y el transporte marítimo combinadas. Cada persona desecha entre 20 y 30 kilos de textiles anualmente y casi la mitad de la ropa que tiene en su clóset, nunca la usa. Con el fast fashion, el panorama adquirió ribetes dramáticos y transformó a la reutilización textil en una necesidad cada vez más urgente. Acá, destacamos seis marcas que han avanzado en esa dirección.

PATAGONIA

Consciente de que cada acción genera un impacto, Patagonia fue pionera en reorientar sus procesos productivos con la protección del medio ambiente. Comprometida a convertirse en una empresa B carbono neutral para el año 2025, desde hace más de una década busca alargar la vida de sus productos con distintas iniciativas. En 2015 con su campaña “Si está roto…¡repáralo!”, logró un impacto mundial que remeció a la industria de la moda outdoor. Hoy, bajo el lema “Deja que tu equipo vuelva a dar”, invita a entregar la ropa usada para obtener crédito. 

“El Programa de Intercambio tiene un modelo basado en la circularidad, donde hacemos nuestros productos para que duren por muchos años y entregamos la opción de intercambiarlos, ofreciendo además a la próxima persona que compre esa prenda, una alternativa más asequible con la misma calidad y disminuyendo el impacto ambiental. A esto le llamamos reinversión circular” explica Macarena Sánchez, Directora de Marketing y Enviro de Patagonia Chile. 

WILD LAMA

Hace nueve años, Wild Lama irrumpió en el mercado con la creación de modelos de bandanas, fabricados en base a material reciclado. Un buen inicio para una marca que con el tiempo se convertiría en la primera en Latinoamérica en fabricar parkas de plumas en desuso extraídas de plumones y almohadas.

Pier Paolo Colonnello, socio fundador, cuenta que desde sus inicios el objetivo fue ser parte de la solución a los problemas medioambientales y sociales a través de la venta de ropa y accesorios que se preocupan del reciclaje y la reutilización de materiales. “Usamos materias orgánicas, apoyamos causas y abogamos por un comercio justo. Al día de hoy contamos con una cartera de productos que cumple en un 84% con nuestros pilares, y esperamos aumentar hasta llegar al 100% de nuestra producción”.

RIPLEY

Desde hace algunos años Ripley trabaja en lo que bautizaron como ‘Compromiso R’, que busca promover el respeto al planeta desde la economía circular, mediante las 3 R: ‘reduce, recicla y reutiliza’. La empresa se fijó como meta que todas sus marcas propias de vestuario tengan atributos sostenibles al año 2026. El programa incluye distintas alianzas para el desarrollo de productos de decoración más sostenible, basados en un esquema de economía circular y propiciando un triple impacto. 

“Esta iniciativa nace del deseo de hacernos cargo de nuestros residuos textiles, pero de una manera circular. Nuestras muestras se transforman en hilado y luego en productos terminados, que son vendidos en nuestras tiendas, con lo que cerramos el ciclo”, explica la gerenta de talento organizacional y sostenibilidad de Ripley, Constanza Pino.

MATA PIRI PIRI 

“Siempre quise hacer algo con el reciclaje. Vengo del norte, donde hay verdaderos basurales en el desierto con toneladas de ropa” cuenta Dominique Parada, la creadora de la marca rapa nui Mata Piri Piri que confecciona desde alfombras, cojines, cubiertas para asientos y carteras hasta camas para mascotas. Llegó a la isla para trabajar en la industria hotelera y hoy es reconocida en la comunidad por su aporte para enfrentar el tema de los residuos.

Así fue como empezó a compartir sus conocimientos en reutilización y el impacto fue tal que asesoró a la Dirección de Medio Ambiente Municipal para implementar el Programa de Reutilización Textil que en sólo un año transformó más de 10 toneladas de residuos en nuevos productos. Hoy, en la tienda Made in Rapa Nui que tiene junto a Cecilia Burns, donde se pueden encontrar productos de distintas marcas de la isla, Mata Piri Piri tiene un espacio protagónico. “Hoy nadie puede ser indiferente al impacto que la industria de la moda genera y siento que es una obligación colectiva buscar soluciones innovadoras para mitigar el impacto”, cuenta. 

FALABELLA

Bajo la estrategia + Verde, Falabella implementó medidas para promover la economía circular y extender la vida útil de cualquier prenda. Con la consigna “nada se pierde, todo se recicla”, la empresa de retail creó diferentes servicios para que todos los que quieran puedan llevar su ropa vieja y darle un segundo uso. Existen diferentes categorías, la primera es la reutilización, para lo cual está disponible Taller F, donde se podrán arreglar antiguas prendas que están en el olvido.

Si la ropa está en buen estado, otra de las opciones es acudir directamente a los contenedores de reciclaje que están disponibles en 13 tiendas a lo largo del país y la empresa se encargará de seleccionarla para luego donarla a la Fundación Soy Más, donde no sólo podrán obtener ingresos, sino que además generar empleo para sus alumnas y egresadas a través de su taller de costura. 

ECOCITEX

Pionera en gestionar el desecho textil domiciliario en nuestro país, Ecocitex nació cuando Rosario Hevia, su fundadora, decidió darle una nueva vida a los más de 400 kilos de residuos textiles que generaba su tienda de ropa de bebés. Actualmente, recibe cerca de 8 toneladas de ropa mensuales en su taller, donde realiza el proceso de clasificación que define el futuro de las piezas.

“La única forma de avanzar en el camino de la reutilización es educar e involucrar al consumidor. Si donas ropa en buen estado, es como donar una lavadora que aún funciona, pero cuando algo está roto o manchado, entra el servicio de reciclaje”, afirma.

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