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La Hora del Twitch

La plataforma de streaming en vivo más grande del mundo viene creciendo a pasos agigantados
y ya son varias las chilenas que están marcando la pauta a nivel mundial.

Con 17, 5 millones de visitantes por día, Twitch es, hoy por hoy, la reina indiscutida del cyberespacio. A pesar de que no es una plataforma nueva (se creó en 2011 y fue comprada en 2014 por la gigante Amazon Inc, en 970 millones de dólares), la crisis sanitaria y las cuarentenas la potenciaron a niveles insospechados. Por algo, los expertos dicen que es la peor pesadilla de Youtube y no se equivocan.

Pero, ¿qué es Twitch? Es una plataforma que ofrece al público un servicio de streaming o transmisión en directo que inicialmente era de juegos, pero que diversificó su oferta de contenidos al punto de ser catalogada como el siguiente paso evolutivo de la prensa tradicional. Tiene acceso gratuito y el grueso del negocio gira en torno a su modelo de suscripción. Los usuarios deciden si pagar al creador del contenido 5, 10 ó 20 dólares mensuales, además cuenta con un sistema de propinas que puede alcanzar cifras muy altas.

Para Ignacio López, profesor e investigador de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica, el gran mérito que tuvo Twitch fue “haber sido el primero en pensar en este modelo. Además, capturó un nicho muy atractivo como el de los gamers, a quienes entregó esta opción de no solo jugar, sino de interactuar a través del streaming”, explica.

A la hora de las definiciones, Twitch es el futuro. Los centennials concentran el 41% de la participación, mientras que los millennials se quedan con el 32%. En este escenario, la presencia de las mujeres que representan un 35%, es la que más ha crecido en el último tiempo. Sólo en dos años casi triplicaron su poderío, ya sea transmitiendo sus partidas de videojuegos o simplemente contestando preguntas de sus seguidores.

Uno de las diferencias con sus más cercanas competidoras, es que Twitch no permite ni malas palabras ni malos tratos. A diferencia de plataformas como Instagram, donde no hay filtro de comentarios, este gigante sin límites para crecer, tiene estrictas políticas para regular el comportamiento y “mejorar la comunidad”. Esto, se ha traducido en una masiva migración desde otras plataformas, especialmente de mujeres aburridas del acoso y los comentarios fuera de lugar. Eso sí, últimamente algunas jugadoras han sido cuestionadas por la hipersexualización de sus personajes con el fin de aumentar los seguidores.

El contenido sexual está prohibido y al ser una plataforma abierta a todos los públicos, se pide al creador que exponga la etiqueta de +18 si retransmite videojuegos o si su conversación trata temas no apto para menores, entre otras medidas.

“El perfil de estas nuevas influencers es que se trata de personas jóvenes, provenientes de las nuevas generaciones, que tienen un nivel de carisma importante como para que sigan sus transmisiones. Deben ir desarrollando un tipo de construcción de identidad que les permita diferenciarse, ya sea en apariencia o en las características de la interacción con su audiencia”, agrega el experto.

En Chile, encontramos a varias exponentes que hace tiempo ya traspasaron la frontera. Jugadoras profesionales, influencers o expertas en cocina y estilo de vida.

CHILENAS QUE ARRASAN

Churra

Con casi 35 mil seguidores en su cuenta de Twitch, Aída Bravo tiene unos de los perfiles más destacados de los eSports. Fue jugadora profesional de Counter Strike durante 5 años y ahora se cambió a competir en Valorant. Es, de hecho, parte del equipo de eSports auspiciado por Redbull.

“Entré a jugar y transmitir en 2012 y hasta ahora todo ha cambiado mucho. A pesar de que todavía falta apoyo hacia las mujeres, la diferencia con los años es notable. Al principio no hablaba mucho y mi nickname era un punto y una coma para que no supieran que era mujer. Cuando se enteraban, aparecían los insultos y me mandaban a la cocina, nada que ver con mis intereses, ja. Nunca falta el tontito que lanza comentarios así. La industria tiene que darle más espacio a la mujer y de a poco vamos tomando fuerza”, dice.

La Chilena Belu

Una de las más conocidas twitcheras es La Chilena Belu, o Belén Negri. Aunque es nacida en Chile, todo el éxito lo ha conseguido desde que vive en Argentina, lugar donde además recibió el apodo que hoy la hace conocida: la chilena.

Belén Cabezas nació en Santiago, en 1996, y su fama la ha conseguido a través de sus videos donde se muestra jugando distintos tipos de videojuegos, además de entregar datos sobre modelaje y estilo urbano.

En 2017 fue coronada Miss Reef, lo que la ayudó en notoriedad y hoy alcanza los 1.2 millones de seguidores en Twitch.

iCata

Oriunda de Loncoche, Catalina Salazar, más conocida como iCata, es una joven influencer, cosplayer y periodista de 25 años, que se popularizó en las redes sociales por incursionar en el mundo geek. Fue gimnasta hasta los 15, postuló al concurso Miss Chile a los 17 años y hoy transmite en vivo sus partidas de Among Us o Minecraft.

Ya superó los 100 mil seguidores en la plataforma y hoy estudia japonés para conquistar al público nipón. Recientemente, iCata decidió cerrar su cuenta de Instagram (900 mil seguidores) para enfocarse en Twitch. “Es un espacio mucho más amigable donde la gente no te puede tirar basura”, dijo.

Caprimint

Tiene 650 mil seguidores, su nombre es Javiera Paz Orellana y es de las más antiguas de la plataforma. Ingeniera Civil en Informática, transmite partidas de distintos videojuegos y a veces datos sobre cocina.

“En el mundo gaming somos bastantes mujeres y nos hacemos notar. La invitación es a no desanimarse. El mundo de los videojuegos está lleno de oportunidades. No pierdan la esperanza de que con esfuerzo y nuestro apoyo, pueden encontrar un trabajo muy bonito dentro de toda la onda gamer”, le dice, a sus followers.

DE LA POLÍTICA A LOS NEGOCIOS
Durante los últimos años, Twitch traspasó las fronteras de los videojuegos y llegó a la política y también a las empresas. En Estados Unidos, Donald Trump popularizó su cuenta e incluso debutó en la plataforma con la transmisión de un rally de campaña en Minneapollis. Pero de nada le sirvió, porque Twitch fue la primera red social que bajó su cuenta alertando de sus mensajes de odio y discriminación. Un caso emblemático es el de la congresista norteamericana Alexandra Ocasio-Cortez, quien creó una cuenta para convocar a jóvenes a jugar Among Us y llamar a votar en las elecciones. El resultado superó todas las expectativas.

Acá en Chile, en tanto, Camila Vallejo y Giorgio Jackson dieron a conocer esta plataforma a la clase política. En octubre de 2020, ambos políticos, acompañados de otras figuras de la televisión, hicieron una transmisión de una partida de Among Us, mientras se discutían temas del Apruebo y la Convención Constitucional. La red, explotó.

Las marcas también se las han ingeniado para sacar provecho de este nuevo formato y vender. La marca Burberry lanzó su Fashion Week 2021 a través de Twitch, donde casi el 70% de los seguidores de la marca eran mujeres. “Las personas no solo están buscando distintas formas de entretención mientras sortean las cuarentenas, sino también maneras de conectar con distintas comunidades de manera remota. Es ahí donde las marcas pueden ser parte de este intercambio y posicionarse”, dice Ignacio López.

Juan Pablo Arévalo

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